14.10.16

Borges realista y mecánica cuántica

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La "Many Worlds Interpretation of Quantum Mechanics" (Dewitt), en su versión más esquemática, dice que en cada ocasión (cada "evento cuántico") en que se le presenta una disyuntiva a un cuerpo en el espacio, el cuerpo elige los dos caminos de la disyuntiva, y que, de ese modo, el evento cuántico implica una bifurcación y da lugar a dos universos desgarrados uno del otro. Antes de que los físicos cuánticos lo dijeran desde la matemática, lo explicó Jorge Luis Borges en "El jardín de senderos que se bifurcan", y su maqueta fue el laberinto-novela del antepasado chino del protagonista. Cuando Borges lo escribió, era un cuento fantástico: el mundo no andaba por ahí ramificándose en universos alternos, excepto en la ficción del más grande de los filósofos literarios de las Américas. Pero ya son varios años desde que la "Many Worlds Interpretation of Quantum Mechanics" asume que eso es lo que pasa en realidad. Mi pregunta: ¿es, ahora, "El jardín de senderos que se bifurcan", un cuento realista? ¿O por lo menos ha dejado de ser un cuento fantástico? ¿O qué? ¿O cómo?

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3 comentarios:

Anónimo dijo...

Bioshock Infinite.

Anónimo dijo...

Faltó el paso intermedio de la ciencia ficción.

Pedro Castilla dijo...

De un artículo en wikipedia:
The many-worlds interpretation of reality was anticipated with remarkable fidelity in Olaf Stapledon's 1937 science fiction novel Star Maker, in a paragraph describing one of the many universes created by the Star Maker god of the title. "In one inconceivably complex cosmos, whenever a creature was faced with several possible courses of action, it took them all, thereby creating many distinct temporal dimensions and distinct histories of the cosmos. Since in every evolutionary sequence of the cosmos there were very many creatures, and each was constantly faced with many possible courses, and the combinations of all their courses were innumerable, an infinity of distinct universes exfoliated from every moment of every temporal sequence in this cosmos."

En 1938, o por ahí, Borges reseñó ese libro de Stapledon, creo que en la columna que tenía en la revista "El Hogar". Leí esa reseña en el libro "Textos Cautivos", que estaba en la biblioteca de la PUC hace 20 años. En la reseña Borges cita expresamente ese fragmento de Stapledon donde se indica que cada circunstancia en la vida de cada creatura da lugar a infinitos universos, permanentemente.